Teotihuacanos


San Juan Teotihuacán y San Martín de las Pirámides, Estado de ...
Fotografía tomada del portal del gobierno de México.

Por: Jesús Bryan Ríos Torres

"El lugar en donde los hombres se convierten en dioses" Un gran nombre para una de las culturas mas grandes que se pudo desarrollar en Mesoamerica y un gran legado para nuestro patrimonio Mexiquense, una cultura misteriosa, inteligente, con su lado oscuro como todos, pero a fin, una cultura que jamas sera borrada de la historia del mundo y de México debido a su grandeza.
En esta edición, me enfocare en algunos de los puntos que hicieron que esta cultura fuera trascendental, al menos en su historia, por lo cual espero sea de su agrado.
Cultura.

Su cultura es una de las muchas culturas precolombinas, se asentó en el actual territorio de México, y ciertamente sus orígenes y desaparición aun son un misterio y debate entre los estudiosos del área, pues básicamente solo quedan los vestigios de su mayor ciudad, Teotihuacan, ciudad que actualmente es una gran zona turística debido a sus llamativas pirámides. Un dato curioso es que hoy en día se desconoce el nombre que los habitantes de Teotihuacan le daban realmente, por lo cual es uno de los misterios aun sin resolver.

La antigua Teotihuacan - El Espejo Humeante
La antigua Teotihuacan.

El nombre de Teotihuacan fue dado varios siglos después por pueblos de origen nahuatl, sin embargo debido a lo mismo, hubo muchas confusiones por parte de estos mismos pueblos ya que pensaban que pudieron haber sido ruinas de Tula, por lo tanto habitado por toltecas, lo cual es incorrecto.

La  cultura teotihuacana se asento en parte del noreste de lo que corresponde actualmente al Valle de México, desde el municipio de Teotihuacan a San Martin de las piramides, esta zona fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1987.

Cultura Teotihuacana | Historia de México
Mapa de la ubicación de Teotihuacan.

Algunos historiadores dicen que Teotihuacan fue el equivalente mesoamericano al gran imperio romano en cuanto a tamaño e influencia, esto es comprobable viendo las evidencias teotihuacanas en Tikal o Chichen Itzá.
Otro dato curioso es que Teotihuacan fue un paso de peregrinaje para la cultura azteca en donde se afirma que tuvieron revelaciones religiosas.

Economía y sociedad.

Como en la mayoría de las culturas mesoamericanas, su sostén principal era en base a la agricultura y el comercio interno, hicieron el uso de chinampas y huertos con irrigación, esto ayudaba a cubrir la necesidad del pueblo y comerciar con otras culturas cercanas que no tenían tan buena actividad agrícola.
Del mismo modo cazaban animales como venados, conejos y aves, también domesticaban algunos como el pavo y los perros xoloitzcuintle, los cuales podían vender en los mercados, a precios que podian ser accesibles para todos.
Los teotihuacanos monopolizaron la producción de obsidiana, lo que les permitió obtener productos de otras culturas que no tenian, tambien el poder crear armas, esculturas de veneración y para rituales.
La economía teotihuacana no solo logro el auge económico sino también una gran transición de otras culturas e interés en sus celebraciones religiosas.

economía teotihuacana-actividades
Mercado en Teotihuacan.

Dado a lo anterior explicado, teotihuacan fue rico tanto en el sentido económico como cultural, pues volviéndose una metrópoli de aquel momento, se dice que poseía un rico contenido en cuanto a dialectos, costumbres y por supuesto sociedad.
Aunque con exactitud no se sabe su organización o jerarquía social, muchas son las conjeturas de la misma, puede que este sea uno de los temas más debatidos en cuanto a esta gran cultura, sin embargo, la arqueóloga Linda Manzanilla y suposición son las más aceptadas con respecto a este tema.
Sabiendo que teotihuacan era una sociedad multiétnica, no era gobernada por un líder supremo, si no por 4 casas rivales, algo así como un consejo que gobernaba un poderoso estado, sustentado en los vestigios de teotihuacan se puede saber que los animales que representaban estas casas eran el coyote, la serpiente emplumada, el jaguar y el águila, de esta forma, cada una gobierna una sección de la ciudad.
ORGANIZACIÓN POLÍTICA TEOTIHUACANA » Una estructura teocrática
El poder de Teotihuacan no recae en solo uno. Ilustracion.
Deidades

dioses-teotihuacanos
Chalchiuhtlicue, diosa asociada a la fertilidad.

Los dioses regían todos los espacios y entornos, entre los que destacan el calendario agrícola y los rituales para invocar el agua. Sus deidades eran seres poderosos y mágicos que otorgaban la vida y también la quitaban; bajo esta noción dual de la vida y la muerte transitaban las comunidades con fe ciega. Había básicamente variados dioses, pues tenían una religion politeísta, pero los más importantes eran:

Tlaloc

Uno de los dioses mas importantes en todas las culturas mesoamericanas, conocido como el dios de la lluvia, también era un dios temido, Tláloc es representado con anteojeras y lengua bífida como la de una serpiente. También tiene caracoles y conchas, que representan su carácter fértil.

Chalchiuhtlicue

Esta diosa se asocia con la fertilidad y se representa con grandes orejeras, un poncho y una falda de jade con estampados geométricos. Su cuerpo se muestra robusto y calza unas sandalias.

Quetzalcoatl

También conocido como la Serpiente emplumada, es el dios principal y representa la dualidad del hombre. El cuerpo físico y el alma están representados en la serpiente y en las plumas, respectivamente.

Huehueteotl

Es el dios del fuego y está representado como un anciano desdentado, arrugado, barbudo y jorobado. Los hallazgos arqueológicos lo ubican como uno de los dioses más antiguos.
La representación de Huehuetéotl está esculpida en piedra. Sobre su cabeza hay una figura de rombo y sus manos reposan sobre sus piernas, una empuñada y la otra con la palma hacia el cielo.

Arte

museo-pintura-mural-teotihuacana-beatriz-2 - MXCity | Guía de la ...
Pintura Mural en el museo de arte prehispánico

De lo más destacable que puede tener en cuanto a este tema es su pintura mural, pues aun se conserva mucha de esta en teotihuacan y se han llevado algunas replicas y ejemplares al museo de arte prehispánico, proyecto encabezado por Beatriz Fuentes. De acuerdo con estas obras pictóricas, se puede decir que narran una escena de las deidades, un acontecimiento mitológico.

Teotihuacan tiene una leyenda inspirada a las pirámides del sol y la luna (De las que mas adelante hablaremos en la sección de arquitectura), que dice:

"Antes de que hubiese día, se reunieron los dioses en Teotihuacán y dijeron, ¿Quién alumbrará el mundo? Un dios rico (Tecuzitecatl), dijo yo tomo el cargo de alumbrar el mundo¿Quién será el otro?, y como nadie respondía, se lo ordenaron a otro dios que era pobre y buboso (Nanahuatzin). Después del nombramiento, los dos comenzaron a hacer penitencia y a elevar oraciones. El dios rico ofreció plumas valiosas de un ave que llamaban quetzal, pelotas de oro, piedras preciosas, coral e incienso de copal. El buboso (que se llamaba Nanauatzin), ofrecía cañas verdes, bolas de heno, espinas de maguey cubiertas con su sangre, y en lugar de copal, ofrecía las postillas de sus bubas. A la media noche se terminó la penitencia y comenzaron los oficios. Los dioses regalaron al dios rico un hermoso plumaje y una chaqueta de lienzo y al dios pobre, una estola de papel. Después encendieron fuego y ordenaron al dios rico que se metiera dentro. Pero tuvo miedo y se echó para atrás. Lo intentó de nuevo y volvió para atrás, así hasta cuatro veces. Entonces le tocó el turno a Nanauatzin que cerró los ojos y se metió en el fuego y ardió. Cuando el rico lo vio, le imitó. A continuación entró un águila, que también se quemó (por eso el aguila tiene las plumas hoscas, color moreno muy oscuro o negrestinas, color negruzco); después entró un tigre que se chamuscó y quedó manchado de blanco y negro. Los dioses se sentaron entonces a esperar de qué parte saldría Nanauatzin; miraron hacia Oriente y vieron salir el Sol muy colorado; no le podían mirar y echaba rayos por todas partes. Volvieron a mirar hacia Oriente y vieron salir la Luna. Al principio los dos dioses resplandecían por igual, pero uno de los presentes arrojó un conejo a la cara del dios rico y de esa manera le disminuyó el resplandor. Todos se quedaron quietos sobre la tierra; después decidieron morir para dar de esa manera la vida al Sol y la Luna. Fue el Aire quien se encargó de matarlos y a continuación el Viento empezó a soplar y a mover, primero al Sol y más tarde a la Luna. Por eso sale el Sol durante el día y la Luna más tarde, por la noche."

Una hermosa leyenda que hace honor a su nombre, Teotihuacan, lugar o tierra de dioses, o donde los hombres se vuelven dioses e incluso donde los dioses trascienden. 


Arquitectura.

Las culturas mesoamericanas, tienden a ser destacables por sus avances en la arquitectura, ingeniería y urbanismo, Teotihuacan, siendo una metrópoli importante no podía quedarse atrás.

teotihuacan02
Plano de Teotihuacan.

Sin duda, esta zona arqueológica es un lugar sagrado, donde se dejó constancia, asimismo, de rituales cuya importancia se ven plasmada en sus murales y del culto a divinidades que trascendieron en el tiempo.
Se estima que tuvo una duración de 700 años con una población aproximada de 150 000 habitantes, una cantidad exorbitante para aquel momento, por lo cual su planificación de la ciudad, debería ser igual de grande.

En esta urbe hay tres de las estructuras monumentales más emblemáticas del México prehispánico; la Pirámide de la Luna,  la del Sol y la de Quetzalcóatl. La impresionante Calzada de los muertos, la espina dorsal que conecta estas dos grandes pirámides y diversos edificios, tiene casi cuatro kilómetros de largo. Es el principal acceso para todos los templos de la zona arqueológica.

Pirámide del sol

Tiene una altura de 63 metros, lo que la hace la estructura más grande del complejo, con una planta casi cuadrada de 225 metros de lado, un dato curioso es que se le suele comparar mucho con la piramide de Keops en Egipto, Se supone que inicialmente tenia 260 escalones, sin embargo actualmente solo tiene 238, cada 52 escalones, correspondientes a cada sol o era, siendo un total de 5 soles o eras. Se cree que era una piramide en culto al dios del Sol, sin embargo algunos historiadores afirman que fue al dios de la lluvia, debido a que habia indicios de niños sacrificados en los lados de la piramide, sacrificio tipico del dios de la lluvia.

La Pirámide del Sol, Teotihuacan, Estado de México
Fotografía tomada de la revista "arqueología mexicana".

Pirámide de la luna

Siendo 20 metros mas pequeña que la anterior, con una altura de 42 metros y con una planta tambien cuadrada pero de tan solo 45 metros de lado se encuentra a la misma altura que la del sol, el motivo es simple pero abstracto para ese momento, la altura del basamento o terreno en el que fue construido.
La importancia la adquiere por los vestigios que hay en ella como joyas, jade, obsidiana y principalmente entierros humanos. Otro dato curioso es que desde su explanada inicia el recorrido de la calzada de los muertos.

Hallan una cámara y un túnel bajo la Pirámide de la Luna en ...
Pirámide de la luna.
Pirámide de Quetzalcoatl.

Siendo el tercer edificio más importante, esta pirámide destaca por sus adornos y esculturas que representan a la serpiente emplumada, el conjunto de la ciudadela también es parte de la pirámide de Quetzalcóatl junto con las 13 pirámides menores, también se cree que detrás de ella, había 2 conjuntos habitacionales reservadas para los habitantes de mayor jerarquía,  no hace mucho (siglo XX) se descubrio que esta piramide se encuentra a una distancia equidistante entre las otras 2.

El mundo bajo la Pirámide de Quetzalcoatl en Teotihuacán - Noticias
Pirámide de Quetzalcoatl.




Por: Montalbán García Vladimir de J.

GUERRA

Teotihuacán tuvo su apogeo entre el 0 y el 600 d.C. cuando tuvo una población que rondaba entre los 150 mil y 220 mil habitantes. Sin duda una de las tres urbes más pobladas del mundo para aquellos años.
Los teotihuacanos crearon una gran red de comercio que abarcaban desde las tierras mayas ubicadas en la actual Guatemala, Chiapas y Yucatán, hasta la gran capital zapoteca de Monte Albán, pasando por la costa del Golfo controlada por los grupos totonacas como también por el Valle de Puebla-Tlaxcala y muchas regiones más.
La materia prima que exportaban era un vidrio de origen volcánico que actualmente conocemos como obsidiana el cual se encontraba en dos importantes yacimientos: la Sierra de las Navajas en Hidalgo y Otumba.
Con este material se desarrollaban las puntas de flechas y lanzas, las lajas de obsidiana para cortar y revestir las macanas, así como para realizar objetos de lujo como espejos, narigueras, orejeras y otros atavíos. Como lo afirmé era la materia prima de “alta tecnología” para la guerra, por lo tanto la dependencia de otros pueblos a la obsidiana era completa, por consecuencia los yacimientos de este material era de suma importancia para el pueblo teotihuacano.

A cambio de este vidrio volcánico, a Teotihuacán llegaba mica y grana cochinilla desde las tierras zapotecas, plumas de águila, vainilla y algodón desde las tierras totonacas, plumas verdes de quetzal, ámbar, jade imperial desde las mayas entre otros muchos productos.

Un hecho poco mencionado en los libros de historia mesoamericana es la invasión y la conquista de las tierras mayas por los ejércitos teotihuacanos.
Esto lo podemos afirmar de acuerdo a los registros en las estelas de varios sitios mayas ya que recordemos que los ideogramas teotihuacanos, su forma de escritura, aún no ha sido descifrada debido a los muy pocos vestigios que quedaron de ella.
Los ejércitos teotihuacanos estaban constituidos de grandes contingentes con un núcleo de guerreros profesionales instruidos y pagados por el estado.

La gran mayoría de estos combatientes usaban el lanza dardos, una palanca de segundo grado con una muesca donde se colocaban y se lanzaban dardos de un metro y medio a dos de largo. Estos proyectiles eran disparados con tal fuerza que se volvían mortales, sin duda atravesando a un hombre de un lado al otro.
Convertirse en prisionero de guerra nunca ha sido una buena noticia, pero ser capturado por los guerreros de Teotihuacán, la Ciudad de los Dioses, era sin duda la peor de todas. Los habitantes de esta metrópoli sacra situada en el noreste del valle de México entre los años 100 a. C. y 650 d. C. fueron considerados durante mucho tiempo como pacifistas, pero en realidad formaron una sociedad militarista con un gobierno represivo que practicaba el sacrificio humano a gran escala. Por tanto, una vez que uno había caído en sus manos como prisionero, la probabilidad de convertirse en una de las muchas víctimas destinadas a calmar a los dioses con su sangre era grande. 


Así los guerreros de Teotihuacán, empujados por la fuerza de su religión, salían a tierras enemigas, no para conquistarlas, sino a la caza de humanos para el sacrificio. Los hallazgos arqueológicos nos muestran que entre las víctimas se encontraron tanto militares como hombres, mujeres y también niños que procedían de aldeas lejanas.

Pero, ¿qué les ocurría a los dioses, por qué debían ser calmados? Es preciso recordar que hablamos de uno de los lugares en el mundo que hoy presenta aún más preguntas y misterios que respuestas. Los teotihuacanos, al contrario de sociedades contemporáneas a la suya como los mayas o zapotecas del Clásico, no dejaron rastro de su, según se cree, escritura altamente desarrollada. Así que la reconstrucción de su historia se basa en los restos arqueológicos, entre los que se encuentran pictogramas, ideogramas y signos fonéticos en abundancia, pero también en los mitos y en las leyendas.
Los teotihuacanos debían de temer algo terrible para considerar que el sacrificio humano era la única forma de detenerlo. Y no era para menos. Según la mitología, por aquel entonces, el mundo ya había pasado por cuatro soles. La leyenda de los soles ubica el nacimiento del quinto sol, en el que vivían ellos, en la propia ciudad de Teotihuacán. Aquella era considerada una época ‘vieja’ y, por tanto, la última. Esperaban, así, el fin del mundo, que podría producirse en cualquier momento, como se lo habían anunciado sus antepasados y como se los venía anunciando la propia Tierra con sus temblores y otros fenómenos naturales. 


Como iniciativa para tranquilizar a los dioses y evitar la catástrofe, sacrificaron a cientos de personas durante siglos. Las sacrificaron también para bendecir un nuevo o ampliado edificio. La pirámide del Sol, por ejemplo, tenía en cada esquina de cada escalón un esqueleto infantil, y en excavaciones debajo del templo de Quetzalcóatl, se descubrieron fosas funerarias llenas de esqueletos. Los aztecas bautizaron este lugar sagrado como ‘La ciudad de los dioses’ o ‘El lugar donde se hacen los dioses’. 
Fue considerado la cuna de los dioses del Sol y la Luna, dejándonos como testigo silencioso las dos pirámides que les consagraron, aunque también se veneraron allí otras deidades. No hay duda de que, como en otras culturas clásicas, la fuerza de Teotihuacán derivaba de la religión y fue transmitida al pueblo a través de sus regidores. Sin embargo, se desconoce la condición de su gobierno. Podría haber estado representado por un solo líder, como en otras culturas mesoamericanas, o por un consejo de sacerdotes que monopolizaba los conocimientos, cumplía las funciones religiosas y controlaba la administración y el comercio.


Para el gobierno habría sido más fácil imponer así sus creencias a un pueblo que iba creciendo poco a poco, fidelizando a los recién llegados procedentes de pequeñas aldeas agrícolas del valle de México que se instalaron en la tierra prometida en busca de los manantiales y los suelos fértiles para cultivar maíz, calabazo o frijol. Estos empezaron a especializarse en la elaboración de diversos productos que, con el tiempo, fueron intercambiados con los pueblos vecinos. 


Y, poco a poco, esos pueblos se asentaron también en la zona aportando sus respectivas culturas, filosofías y conocimientos en la elaboración de joyas, vasijas, herramientas, etc., lo que enriqueció culturalmente a la población e impulsó la actividad comercial que, con los años, bajo la influencia de la cultura teotihuacana, se extendió por todos los rincones de Mesoamérica hasta convertirse, durante 800 años, en el centro de la poderosa civilización de los mayas, aztecas y olmecas.
Durante el tiempo de su máximo esplendor, entre el 350 y 650 d. C., la ciudad superó a Roma en superficie y habitantes hasta 200,000. No se sabe a ciencia cierta la causa de la abrupta desaparición de Teotihuacán, que sufrió una gran emigración. Arqueólogos hallaron restos de un gran incendio, pero se cree que fue unos 50 años después del abandono de la ciudad. 

También se consideran factores climáticos como causa del abandono. Otras teorías hablan de que se debió a una alianza entre pueblos indígenas en un afán por rebelarse contra los gobiernos represivos y que esos pueblos se levantaron en armas y acabaron con la que fue considerada la metrópoli más grandiosa de la América Antigua. Lo cierto es que el lugar no volvió a poblarse y se consideró como sacro, también para las culturas venideras.

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