Mayas
POR: RODRIGUEZ MUÑOZ GABRIELA
CULTURA
Esta es una de las civilizaciones más brillantes de las culturas mesoamericanas. Se les atribuye esta característica de excepcional porque influyeron en el desarrollo del conocimiento en la región. Por lo que de ellos vino la astrología, las matemáticas o la escritura. Los mayas fueron considerados al mismo tiempo la comunidad comerciante por excelencia, y fueron pioneros con el cacao, la seda y el cultivo del algodón.
El
Maya es un grupo de pueblos indígenas mesoamericanos perteneciente a la familia
lingüística maya o mayense, que
tradicionalmente han habitado en los estados mexicanos de Yucatán, Campeche,
Tabasco y Chiapas, en la mayor parte de Guatemala y en regiones de Belice y
Honduras.
El
período formativo comenzó, cuando menos, hacia el 1500 a.C. Durante el período
clásico, aproximadamente entre el 300 y el 900 d.C., los mayas extendieron su
influjo por la zona sur de la península de Yucatán y el noroeste de las
actuales Guatemala y Honduras. Se construyeron entonces los grandes centros
ceremoniales como Palenque, Tikal y Copán. Los centros maya fueron abandonados
de forma misteriosa hacia el año 900 y algunos individuos emigraron al Yucatán.
La migración tolteca de los itzáes, procedentes del valle de México,
impactó fuertemente en sus estilos artísticos.
Chichén
Itzá, Mayapán y
Uxmal fueron ciudades esplendorosas. La Liga de Mayapán, que dominó la península de Yucatán
durante dos siglos, preservó la paz durante algún tiempo, pero tras un período
de guerra civil y de revolución, las ciudades quedaron abandonadas. Los
españoles vencieron con facilidad a los grupos mayas más importantes.
Actualmente los mayas forman la mayoría de la población campesina en Yucatán y
Guatemala.
La
lengua maya (también llamada yucateca) la
hablan unas 350.000 personas en Yucatán, Guatemala y Belice.
La educación
de los mayas
se caracterizaba en fundamentos tales como la religión y las actividades
cotidianas relacionadas con la agricultura, existiendo una gran diferencia en
el proceso educativo para cada rol social de las personas que integraban esta
cultura. La
cotidianidad se enfocaba en tres objetivos muy relevantes los mayas: servicio a
su pueblo, a su religión y a su familia, siempre tomando en cuenta el género
sexual al cual se pertenecía.
Las
características más importantes tanto para hombres y mujeres era el amor al
trabajo, la rectitud, el respeto y la moderación sexual.
INVENCIONES MAYAS
Los
mayas tuvieron éxito en diversas áreas de saber e hicieron grandes
aportaciones. Con
respecto a la escritura, los mayas desarrollaron un sistema jeroglífico que, a
diferencia de la escritura pictórica, representaba el lenguaje hablado. Registraron
su mitología, historia y rituales en inscripciones grabadas y pintadas en
estelas (bloques o pilares de piedra), en los dinteles y escalinatas y en otros
restos monumentales.
Los
registros también se realizaban en códices de papel amate (corteza de árbol) y
pergaminos de piel de animales. Sólo existen tres muestras de estos códices: el
Dresdensis (Dresden); el
Perezianus (Peresiano o de
París); y el Tro-cortesianus (Tro-Cortesiano o
Matritense maya). Estos códices se utilizaban como almanaques de predicción en
temas como la agricultura, la meteorología, las enfermedades, la caza y la
astronomía.
Este
sistema estaba constituido por símbolos que representaban sílabas y, a veces,
palabras. Muestras
de esta escritura puede ser apreciada en sus libros, conocidos como
códices.
En el
siglo XVI se escribieron textos en lengua maya pero con alfabeto latino, y
entre los más importantes se encuentran el Popol Vuh, relato mítico sobre el origen del mundo
y la historia del pueblo maya, y los llamados libros de Chilam
Balam,
crónicas de chamanes o sacerdotes en las que se recogen acontecimientos
históricos.
De igual
forma, los mayas poseían conocimientos matemáticos, sobre todo en materia de
astronomía, lo que les permitió construir diversos calendarios. El
año comenzaba cuando el Sol cruzaba el cenit el 16 de julio y tenía 365 días;
364 de ellos estaban agrupados en 28 semanas de 13 días cada una, y el año
nuevo comenzaba el día 365. Además, 360 días del año se repartían en 18 meses
de 20 días cada uno. Las semanas y los meses transcurrían de forma secuencial e
independiente entre sí. Sin embargo, comenzaban siempre el mismo día, esto es,
una vez cada 260 días, cifra múltiplo tanto de 13 (para la semana) como de 20
(para el mes). El calendario maya, aunque muy complejo, era el más exacto de
los conocidos hasta la aparición del calendario gregoriano en el siglo XVI.
Asimismo,
crearon tablas con la posición de la luna y de Venus, lo que les permitió
predecir con precisión cuándo habría un eclipse solar.
Su
gran hallazgo técnico fue el sistema de la falsa bóveda por aproximación de
filas de bloques de piedra, para cubrir espacios alargados o estrechos, que
concluyen en el característico arco maya, del cual existen 10 tipos diferentes.
ORGANIZACIÓN POLÍTICA
Entre
los siglos III y XI, establecieron un complejo de ciudades-Estado que
funcionaban de forma autónoma gracias a un eficiente sistema de servidumbre
colectiva.
Según
informaciones, la civilización maya habría congregado a más de dos millones de
habitantes.
La
organización política de los mayas se caracterizó por ser de gran complejidad.
Los gobernantes más importantes eran considerados descendientes directos de los
dioses, y la clase gobernada tenía pocos privilegios.
Un elemento
relevante de la organización política de la cultura maya es que las
ciudades-estado que conformaron esta civilización nunca se unificaron del todo.
Sí estuvieron bien conectadas a través del comercio y otras
actividades en conjunto, pero cada ciudad-estado mantuvo cierta independencia. Esto implica
que no existió un gobernante único encargado de liderar; en cambio, cada
ciudad-estado tenía un grupo de líderes que administraban los territorios
cercanos a cada emplazamiento.
La
civilización maya se caracterizó por estar muy conectada culturalmente, mas no
políticamente. La actividad comercial era muy común en el territorio y los comerciantes se
consideraban personas importantes.
•Reyes: Este
rey o monarca era el Halach
uinic, el
señor de la ciudad-estado, quien dirigía la jurisdicción maya. El Halach uinic
designaba a los Ah holpop, Nacom, Ahuacán y Tulipes, los
cuales se explicarán a continuación.
•Nobleza: Existió
un
consejo de nobles que, de algún modo, limitaba el poder del gobernante
principal. Los líderes de los ejércitos tenían importante voz en la toma de
decisiones, así como los asesores y consejeros que venían de otros territorios;
todos estos personajes eran miembros de la nobleza.
•Sacerdotes: Los
sacerdotes podían decidir quién sería el
próximo rey si no existían descendientes naturales o familiares del anterior
monarca, por ejemplo. De hecho,
cada ciudad-estado tenía un sumo sacerdote que se encargaba de determinar las
fechas de las ceremonias religiosas de importancia y de otras decisiones
importantes. El
nombre del máximo sacerdote era Ahuacán. Por
otra parte estaban los Ah holpop,
delegados religioso-políticos que se encargaban de fiestas y ceremonias.
•Militares: Cada ciudad-estado
contaba con un líder militar denominado Nacom. Él era el encargado de generar
estrategias militares para defender sus territorios y convocaba a los soldados
a las batallas.
•Administradores: También
eran
conocidos como batabs y se encargaban de aspectos relacionados
con recaudación de impuestos y otras labores administrativas de las
ciudades-estado, especialmente en cuanto a la supervisión. Contaban
con
consejos formados por otros jefes llamados Ah cuch cabob, que tenían funciones administrativas
dentro de sus pueblos. También trabajaban apoyados por los Al
kuleloob,
quienes eran asistentes de los Batabs. Por último,
los Batabs
también supervisaban a un grupo de alguaciles que mantenían la tranquilidad y
la paz cada pueblo; estos se llamaban Tupiles.
•Artesanos, campesinos y esclavos: Finalmente
se
encontraba el pueblo, que se encargaba de realizar las diferentes actividades
económicas, destacando la agricultura. Por su parte, los esclavos se limitaban
a realizar las actividades que le encomendaban sus amos. Sin embargo, estas
tres clases no tenían poder político.
Hunab
Ku:
Es el
dios más importante de la cultura maya, padre de todos los dioses, es el único
vivo y verdadero, y de él nacen todas las cosas. Hunab Ku, o kolop u wich k’in, como se conocía en esta civilización,
es una figura incorpórea, por lo que no puede representarse en la cultura.
En su
figura convergen las dualidades, los elementos opuestos con los que dio origen
al universo. Este dios es el todo y la nada al mismo tiempo.
Los mayas
consideraban a Hunab Ku el
centro de la galaxia, el corazón, la mente y el ser creador. Lo invocaban a
través del sol y el centro del universo, donde ubicaban su presencia.
Chaac:
Chaac es
otras de las principales figuras en el panteón maya; está asociado al agua, los
relámpagos y la lluvia, por lo que se invoca para obtener buenas cosechas.
En la
cultura maya era representado como un hombre viejo, con rasgos de reptil y una
trompa (o nariz) larga inclinada hacia arriba.
Itzamná:
También
conocido como Zamná, es
el dios de la sabiduría, creador de la ciencia y el conocimiento, además es
denominado el dios del Sol, señor del cielo, del día y de la noche.
Itzamná es
otro de los dioses centrales del panteón maya, su importancia es crucial pues
habla del trabajo, el sacrificio y el camino del hombre verdadero.
Se considera
como espíritu universal de vida que anima al caos para que haya creación. Es
representado mayormente como un anciano, pero también bajo la forma de
diferentes animales dependiendo del plano donde se encontraba.
Así,
podía ser un ave, cuando se encuentra en su forma celestial o figurarse en un
cocodrilo, cuando estaba en la tierra. Siempre llevaba las manos en forma de
recipiente y aros en las orejas.
Pawahtún:
Cuatro
en uno, los mayas representaban a este dios como un solo hombre o bien como
cuatro que sostenían cada uno una de las esquinas del universo. Por eso se
denomina el cargador del cosmos.
Su figura,
con los brazos en alto, sosteniendo la bóveda de la tierra, se contradice con
su imagen de anciano desdentado con caparazón de tortuga. Es el patrono de los
escritores y pintores, y preside los cinco días nefastos del calendario solar.
En la
cultura maya el caparazón de la tortuga es un símbolo habitual y celebre, pues
es el lugar donde el Sol y la Luna se refugiaron ante la destrucción del mundo.
Ixchel:
Diosa
del amor, de la gestación, del agua, de los trabajos textiles, la vegetación,
la luna y la medicina, se asociaba con diversos elementos como el agua y la
fertilidad e incluso con un conejo. Es esposa de Itzamná, dios de la sabiduría, se conoce como la
reina madre y se representa como una anciana vaciando un vasija en la tierra.
También se representa tejiendo o con una serpiente en la cabeza, según la
veneración que se quiera hacer de ella.
ECONOMÍA
La
agricultura fue esencial en la economía maya, siendo el maíz el principal
cultivo. También se cultivaba algodón, frijol, yuca y cacao. Sus técnicas
textiles alcanzaron un alto grado de desarrollo; hay canales en el Valle de
Guatemala que evidencian el empleo de sistemas de irrigación en las tierras
altas.
Por
su parte, en las tierras bajas, se empleaban sistemas de drenaje para hacer que
las zonas pantanosas fuesen cultivables. Al igual que otras culturas
mesoamericanas, desarrollaron el cultivo de maíz, frijoles, calabazas y maní
dulce. Practicaron la tala y la quema. Las técnicas del hilado, el tinte y
el tejido consiguieron un elevado grado de perfección.
El
intercambio comercial de este pueblo se realizaba a través de semillas de cacao
y campanillas de cobre, material que también usaban para trabajos ornamentales.
Al igual que el oro, la plata, el jade, las conchas de mar y las plumas de
colores.
RELIGIÓN
A religión maya era politeísta, con varios dioses, y se basa en la percepción
cíclica del tiempo, lo que se traduce en la creencia de la reencarnación;
especialmente el del maíz, que era la fuente básica de ingresos y alimentación.
Coincidiendo con la cultura azteca, también se recurre al sacrificio
humano para
contentar a los dioses, sobre todo para evitar el caos y la destrucción. Se
tenía la creencia de que estos rituales garantizaban la fertilidad y alegraban
a los dioses. La
sangre resultante de los sacrificios nutría a los dioses y, por esto, era
necesaria para establecer contacto con ellos. Asimismo, el auto sacrificio y la
flagelación eran prácticas comunes entre los sacerdotes y los nobles.
EL ROLES
MUJER
Es importante
destacar que, a diferencia de otras culturas de la época, las mujeres
participaban activamente en la sociedad maya. No se limitaban a cuidar y educar
a los niños, sino que podían involucrarse en actividades económicas y
gubernamentales.
A
partir de los 9 años comenzaban a contribuir en las labores del hogar, las
madres les trasmitían poco a poco conocimientos sobre las tareas domésticas. Los
trabajos
domésticos (tejer, cocinar, el moler maíz, limpieza de casa y ropa, cuidados de
los hijos, y el cuidado de animales domésticos) de las mujeres eran fuertes y
excesivos, debían estar ocupadas fuertemente durante todo el día.
Drew (2002)
señala que las mujeres de la realeza eran objeto de una educación más minuciosa
y esmerada en la que eran instruidas en las ceremonias de sacrificios y auto
sacrificio, también en los rituales, ceremonias diplomáticas, y en las áreas
artísticas.
HOMBRE
La
educación de los hijos de los soberanos estaba enfocada en la realización de
rituales relevantes como el nacimiento o rituales relacionados con la muerte.
Cuando
cumplían 9 años y hasta los 12, los niños colaboraban en la siembra,
recolección, caza, pesca, entre otras actividades. A los
12 años, eran bautizados consagrándolos para la vida pública, significando esto
que desde esta edad dejaban su casa para integrarse en sitios educativos que
tenían un régimen de internado.
Tales
lugares eran clasificados de acuerdo al origen de los niños, es decir, no se
mezclaban. A los
jóvenes mayas de clase noble se les instruía en escritura, el cálculo, la
liturgia, la astrología y la genealogía. A los
niños de clase media se les instruía en las artes militares.
ARQUITECTURA
La
civilización maya construyó templos y centros ceremoniales; siendo las
pirámides la máxima representación de la arquitectura. Para sus construcciones,
emplearon piedra. Principalmente, lima, material que venía tallado para crear
bajorrelieves como ornamento.
Estos
bajorrelieves representaban, entre otras cosas, escenas de la vida maya,
especialmente, eventos relevantes de las vidas de los líderes.
Las
monumentales ruinas de Palenque, Uxmal, Mayapán, Copán, Tikal, Uaxactún, Tulún y
Chichén Itzá, entre muchas otras, nos deja conocer a ciencia cierta la clase de
arquitectura que se usó en esta época, sacando a grandes rasgos tres estilos:
El Río Bec, el Chenes y el
Puuc;
cada uno con características de ingeniería y ornamentación propias. La
distribución de las ciudades estaba basada en estructuras piramidales
escalonadas recubiertas de bloques, coronadas por un templo y distribuidas
alrededor de plazas abiertas.
Estos
lugares
eran enormes centros de ceremonias religiosas. Las pirámides escalonadas estaban recubiertas
con bloques de piedra pulida y por lo general llevaban tallada una escalinata
en una o varias de sus caras. La infraestructura de las pirámides estaba
formada habitualmente por tierra y piedras, pero a veces se utilizaban bloques
de piedra unidos con mortero.
Aunque
en la actualidad representa una excepción, se cree que el Templo de las
Inscripciones de Palenque, que aloja la tumba del rey Pacal,
puede no ser el único monumento de uso funerario que se construyó en la cultura
maya.
El tipo
más común de construcción consiste en un núcleo de escombros o piedra caliza
partida, mezclada con hormigón o cemento, y recubierta con piedra pulida o
estuco. Las paredes de piedra se edificaban, por lo general, sin mortero. La
madera se utilizaba para los dinteles de las puertas y para las esculturas.
Las ventanas eran poco frecuentes, muy
pequeñas y estrechas. Los interiores y exteriores se pintaban con colores vivos.
Se dedicaba
especial atención a los exteriores y se decoraban profusamente con esculturas
pintadas, dinteles tallados, molduras de estuco y mosaicos de piedra. Las
decoraciones se disponían generalmente en amplios frisos que contrastaban con
franjas de ladrillos lisos.
Las viviendas
de los comunes se parecían seguramente a las chozas de adobe y techumbre de
ramas que todavía hoy se pueden apreciar entre los mayas contemporáneos.
CENTROS
Los centros
ceremoniales mayas
eran lugares con templos en los que se rendía culto a los dioses mayas,
mediante ceremonias y rituales. En la religión maya era común el
sacrificio humano, considerándose la sangre un alimento para las deidades. Los
centros ceremoniales eran construidos y mantenidos por poblaciones de
granjeros. Estas ciudades eran capaces de construir templos para las ceremonias
públicas que a su vez atraían más habitantes.
Cival
(Petén
en Guatemala)
Calakmuk
(Campeche
en México)
Caracol
(Distrito
Cayo de Belice)
Coba
(Quintana
Roo en la Península de Yucatán
en México)
Copán
(Copán
en Honduras)
Por: Montalbán García Vladimir de J.
LA GUERRA
LA GUERRA
Se definen las guerras como confrontaciones planeadas por grupos organizados en
combatientes, que comparten, o creen que comparten, intereses comunes y
están dispuestos a perseguir sus intereses utilizando formas de intimidación y
confrontación armada que pueden involucrar matanzas deliberadas.
Esta
definición es la más acertada cuando hablamos de guerra entre mayas antiguos a
pesar de que hay quienes tienen una visión sádica de la sociedad maya, de la
cual piensan que únicamente realizaba incursiones con el fin de conseguir
cautivos para sus sacrificios. Descartando la idea de que pudieran sostener
guerras a gran escala.
Esta
idea podría mantenerse durante el período Clásico donde la principal razón de
la guerra era dominar a la ciudad vecina para obtener tributos y cautivos. De
modo que el gobernante obtenía un rápido aumento de su riqueza y de prestigio
por su liderazgo en la guerra. Sin embargo, conocemos enfrentamientos que
duraron largos períodos de tiempo como las guerras declaradas entre Palenque y
Toniná, Calakmul y Tikal o Quiriguá y Copán, entre muchas otras. Así como
alianzas entre distintas ciudades, como el caso de Calakmul con El Perú, Dos
Pilas, Cancuén y Caracol, siendo esta primera la de mayor influencia. Todas
ellas buscaban controlar las rutas comerciales que surtían de artículos de lujo
a las ciudades.
Esta visión
de la guerra como simples incursiones queda completamente descartada durante
el Posclásico cuando encontramos a pueblos como los quichés que bajo el mando
de Quicab el Grande llevaron a cabo una guerra expansionista, llegando a ocupar
un extenso terreno en los altos de Guatemala. En las ciudades tomadas por los
quichés los gobernantes eran sustituidos por nuevos señores que imponían el
culto al dios Tohil.
A
pesar de que la guerra estaba fuertemente ritualizada tanto en su preparación
como durante las campañas o la celebración de la victoria, el fin último de la
guerra siempre fue la de controlar los recursos básicos y a los subordinados de
estos territorios, eliminar enemigos, buscar ventajas estratégicas y expandir
su sistema político. Dando lugar a una marcada estratificación social.
DESARROLLO
DE LA GUERRA
Es
probable que la guerra se produjese de forma estacional, antes o después de la
época de cosechas, de forma que se pudiesen realizar levas de población.
Priorizando las estaciones secas frente a las lluviosas. Igual que el clima, el
terreno influyó en las prácticas de guerra, utilizando los densos bosques para
tácticas defensivas mientras que los claros eran aprovechados para las
maniobras ofensivas y emboscadas.
Respecto
a las armas empleadas, predominaron en el corto alcance cuchillos,
lanzas, hachas, garrotes, etc. Utilizando la obsidiana, el cuarzo y el pedernal
para las armas de filo, y la piedra y madera para armas contundentes; de igual
modo utilizaron conchas y dientes de peces como elementos cortantes. Las armas
arrojadizas como arcos, hondas o cerbatanas cobraron mayor protagonismo a lo
largo del Clásico y Posclásico.
En ocasiones utilizaban el veneno de animales o
arrojaban nidos de insectos cuya picadura era muy dolorosa. De igual modo que
empleaban tácticas de guerra psicológica por medio de instrumentos que
produjesen sonidos intimidatorios como tambores, trompetas de concha de caracol
o sus propias voces. Para atacar ciudades costeras o ciudades con ríos
navegables llevaron sus canoas para un desplazamiento más rápido, también eran
bueno puntos donde colocar a los mejores indios flecheros.
Como
elementos de protección llevaban corazas, cascos, hombreras, pulseras y
tobilleras hechas de cuero y algodón. Así como escudos de madera y cuero. Por
otro lado, conocemos elementos de protección dentro del grupo de arquitectura
de guerra como muros de piedra reforzados con empalizadas de madera o plantas
espinosas, y a su vez rodeados por fosos.
LOS
GUERREROS
Muchas personas se han preguntado ¿Existieron
únicamente guerreros de élite ?, ¿había
centros donde se instruía en el arte de la guerra?, ¿cuál era la organización
de los ejércitos?, ¿cuántos soldados formaban los ejércitos? Estas y muchas
otras cuestiones siguen siendo un enigma para los investigadores.
Sin
embargo, conocemos mejor la función de los altos cargos del ejército ya
que al ser los mayas antiguos una sociedad belicosa, los guerreros de élite
formaban parte de la nobleza y por tanto dejaron registro epigráfico.
Junto al B’aahte’, el nacón planeaba la estrategia militar, era una figura elegida cada tres años y durante este período debía guardar celibato, no comer carne ni emborracharse. El yajawk’ahk’ fue una figura ligada al sacerdocio pero con un importante rol en los actos bélicos.
Es posible que fuera el sacerdote guerrero encargado de llevar las imágenes de los dioses al campo de batalla.
LA
FIGURA DEL GOBERNANTE EN LA GUERRA
El
gobernante maya era el k’uhul ajaw el “señor sagrado”, por tanto el líder
espiritual, el enlace entre dioses y humanos que podía comunicar ambos mundos
por medio de distintos ritos para propiciar buenos augurios en guerras o
cosechas. Asimismo, era el máximo líder militar que comandaba a sus
guerreros hacia la victoria.
El éxito en las empresas militares lo legitimaría
como guardián del orden y el equilibrio. Aunque lo cierto es que
normalmente delegaba las funciones militares en familiares y vasallos
designados en lugares estratégicos.
El
camino hasta convertirse en gobernante comenzaba desde muy pequeño. Una vez cumplía
6 años se le realizaba su primer sangrado de pene, rito en el que se abandonaba
el mundo femenino, simbolizado por el cuidado de la madre para entrar al mundo
masculino, ingresando en la “casa de los muchachos” donde sería preparado junto
a otros jóvenes del linaje para su futuro cargo.
Por
lo general, el príncipe heredero (b’aah ch’ok) sería el primogénito del
gobernante. No obstante, en el caso de fallecer podría ocupar su puesto algún
hijo menor o hermano del gobernante. El príncipe heredero tenía que demostrar
su fiereza en la batalla y al menos conseguir un prisionero antes de llegar al
poder.
En Palenque encontramos representaciones en la que el príncipe heredero
es reconocido como tal por medio de una ceremonia en la que su padre le entrega
un casco y su madre el escudo y la punta de pedernal, enfatizando la función de
defensor del reino.
Su llegada al trono llegaba finalmente tras la muerte de su padre y las
correspondientes ceremonias fúnebres. El príncipe heredero se convertía
en ajaw o k’uhul ajaw dependiendo del rango de la ciudad.
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